Recomendaciones Generales para el cuidado de la salud mental

Control de factores de riesgo vascular

Dieta mediterránea

Realizar ejercicio físico aeróbico

Practicar aficiones creativas que permitan canalizar las emociones

Realizar actividades de relajación

Buenas pautas para el sueño

Recomendaciones para pacientes con enfermedades neurológicas

Pregunta siempre a tu médico antes de iniciar cualquier medicación

Síntomas más comunes del párkinson

Realizar actividad física

Cuidado en la alimentación

Realizar actividad física

Consulta a tu médico especialista

Mantener un peso ideal

Cuidar tu salud mental

Atención a síntomas de alerta

Llevar un diario de cefalea

Recomendaciones generales para personas con dolor crónico y cuidado paliativo

Dieta mediterránea

Descanso y sueño

Salud mental

Alimentación antiinflamatoria

Terapias coadyuvantes

Actividad Física

Momentos de esparcimiento

Recomendaciones lavado
de manos

Recomendaciones uso del tapabocas

Control de factores de riesgo vascular

Adecuado control y seguimiento de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y obesidad.

Evitar el tabaquismo.

Dieta mediterránea

Ingesta elevada de pescado (salmón, sardinas o filetes de atúm), verduras, legumbres, frutas, cereales, aceite de oliva y semillas.

Disminución del consumo de carnes (especialmente rojas) y grasas saturadas como fritos, paquetes, etc.

Debe procurarse una buena hidratación diaria ( dos o tres litros de agua al día).

 

Si tienes alguna condición médica con restricción de alimentación, por favor consulta con tu especialista. 

Realizar ejercicio físico aeróbico

Realizar ejercicio físico aeróbico, mínimo de 30 minutos, tres veces por semana; es recomendable para mantener una buena salud física y mental.

Practicar aficiones creativas que permitan canalizar las emociones

Realizar actividades que permitan canalizar las emociones como escribir, pintar, tocar algún instrumento, apreciar el cine, componer, entre otras.

Es importante realizar actividades de ocio, que contrasten con la cotidianidad para evitar la monotonía.

Realizar actividades de relajación

Se recomienda realizar meditación, yoga, escuchar música relajante, leer un buen libro, mindfulness y prácticar ejercicios de respiración, que favorezcan la reducción del estrés e incremente la sensación de bienestar.

Buenas pautas para el sueño

Evitar tomar sustancias excitantes como café, té negro, chocolate, bebidas gaseosas negras, tabaco, etc; especialmente durante la tarde o al fin del día. 

Tomar una cena ligera y esperar una o dos horas para acostarse. No irse a la cama con sensación de hambre.

Realizar ejercicio físico, para evitar hacerlo a útlima hora del día, ya que activa el organismo.

Evitar las siestas durante el día. En caso de hacerlas, estas deben durar máximo 15 minutos y nunca deben hacerse en la tarde-noche

Mantener horarios de sueño regulares, acostandose y levantandose siempre a la misma hora, incluyendo los fines de semana

Evita la exposición a luz brillante a última hora de la tarde y por la noche. 

No realizar en la cama tareas que impliquen actividad mental (leer, ver tv, usar el computador, etc).

Utilizar la cama única y exclusivamente para dormir o tener actividad sexual. 

Procurar tener una temperatura adecuada, evitar ruidos, usar colores relajantes, una cama confortable, etc.

Evitar tener reloj en el cuarto y menos de pared con segundero audible. No deben existir bombillos pequeños que alumbren, por ejemplo los del modem, reloj, computador, etc.

Si es necesario, se puede realizar un ritual antes de acostarse que incluya conductas relajantes, como escuchar música tranquila, lavarse los dientes, una ducha templada, entre otras.

Pregunta siempre a tu médico antes de iniciar cualquier medicación

Muchos medicamentos como sedantes de venta libre, antigripales, y medicamentos para el reflujo o el vómito están contraindicados en la enfermedad de párkinson. 

Ten presente los síntomas comunes de la enfermedad

La enfermedad de párkinson, incluye otros síntomas además de los problemas del movimiento. Por tal razón, es recomendable que por lo menos una vez al año, acudas al especialista en movimientos anormales, quien puede realizar una evaluación integral y optimizar el tratamiento.

Antes de iniciar cualquier terapia complementaria o alternativa, debes comentarle a tu médico tratante. Muchas terapias ofrecidas no tienen ningún sustento científico e incluso pueden ser nocivas para la persona que la padezca.

Pregunta siempre a tu médico antes de iniciar cualquier medicación. Muchos medicamentos como sedantes de venta libre, antigripales y medicamentos para el reflujo o el vómito están contraindicados para la enfermedad.

Realizar actividad física

La actividad física es una de las pautas más importantes del tratamiento en párkinson, en especial la bicicleta estática. Este tipo de ejercicio ha mostrado un importante beneficio para la calidad de vida y la movilidad de los pacientes.

Cuidado en la alimentación

No hay una dieta especifíca para el tratamiento del párkinson, pero debes tener presente que algunos alimentos ricos en proteínas tales como huevos, carne y algunas leguminosas pueden interferir con la absorción de algunos medicamentos, lo que puede alterar su efecto.

Consulta a tu médico especialista

Recuerda que los exámenes diagnósticos como tac cerebral o resonancia magnética, no se realizan en forma rutinaria ni repetitiva. Tienen algunas indicaciones muy específicas que tu especialista considerará de acuerdo con el caso.

Mantener un peso ideal

Tener kilos de más, aumenta en forma importante el riesgo de que el dolor de cabeza se convierta en un problema difícil de manejar.

Cuidar tu salud mental

Ten presente que el estrés emocional, el consumo excesivo de cafeína, las alteraciones de sueño y la depresión o ansiedad, dificultarán el éxito del tratamiento, por lo que es muy importante que cualquiera de estos factores los menciones a tu médico tratante.

Atención a síntomas de alerta

Si tu dolor de cabeza no mejora con analgésicos comunes, si se acompaña de fiebre (temperatura corporal mayor de 38 grados), tiene inicio súbito, o hay cambios en su forma habitual de presentación, debes acercarte al servicio de urgencias.

Llevar un diario de cefalea

En el diario es recomendable anotar la frecuencia de los episodios, fecha, hora, duración y características como localización y síntomas asociados. Esta información es relevante para tu neurólogo y puede ayudarle a manejar tu dolor de cabeza.

Descanso y sueño

Existen muchos estudios clínicos que indican que las personas que duermen menos de seis horas al día presentan mayores niveles de la proteína C reactiva, que es la que produce la inflamación. Por lo tanto, es muy importante descansar mínimo 8 horas cada día. Para lograrlo puedes introducir algunas rutinas en la noche para favorecer el sueño y lograr el necesario descanso como: toma una cena ligera, un baño relajante o practica la meditación.

Dieta mediterránea

Recomendada para pacientes con cáncer o con dolor crónico no oncológico.

 

Consumo abundante de frutas frescas y verduras, por su gran disponibilidad y variedad. Lo que supone un importante aporte de vitaminas C, E, antioxidantes, minerales y fibra .

 

Bajo consumo en carne roja, se recomiendan carnes magras y jóvenes. Esto supone un menor aporte de grasas saturadas en esta dieta.

 

Legumbres, que poseen un alto contenido en fibra y proteínas y bajo contenido en grasas.

 

Alto consumo de pescado, siendo éste en gran medida azul. Lo que indica un alto contenido de grasas poliinsaturadas y calcio en la dieta.

 

Alto consumo de aves, que contienen poca grasa y se ha visto que la ingesta de esta carne no está relacionada con el riesgo de cáncer.

 

Cocinar con aceite de oliva, que proporcionan grasas monoinsaturadas y vitamina E.

 

Aporte importante de cereales y carbohidratos, con bajo consumo en azúcares simples.


Salud mental

Sufrir dolor crónico puede afectar tu salud mental. El dolor físico está ligado fuertemente a tu salud emocional. Aunque muchas personas son reacias a recibir terapia, debes saber que son muchos los beneficios de tratarse con un terapeuta especializado en la salud mental. El impacto que puede causar el dolor físico en tu estado emocional puede agravar en muchos sentidos tu salud en general. No dudes en buscar un profesional de la salud que sepa ayudarte a manejar y a controlar tu dolor.


Alimentación antiinflamatoria

La mayoría de las enfermedades que producen dolor crónico tienen un origen inflamatorio, por esta razón es importante conocer qué alimentos de nuestra dieta diaria pueden producir inflamación y cuáles no, para así llevar una dieta balanceada.

Según la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), la alimentación para disminuir la inflamación debe basarse en productos de origen vegetal. Fundamentalmente debe incluir frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. La dieta debe contener proteína de fácil absorción y digestión. 

La linaza ayuda a movilizar las articulaciones y disminuye el dolor de estas, se debe tener especial precaución con efectos como laxante o anticoagulante, por este motivo es mejor consultar a tu especialista ya que puede generar interacciones con algunos medicamentos.

 

Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, EPA y DHA han demostrado ser antiinflamatorios según múltiples metaanálisis sobre el alivio del dolor, gracias a la suplementación con este tipo de grasas en pacientes con artritis reumatoide, dolor articular secundario a colon irritable y mujeres con dismenorrea.

 

Las verduras como el brócoli, el repollo y la coliflor son las mejores opciones. Otros productos a base de plantas medicinales como la cúrcuma, el jengibre y la pimienta pueden contribuir a disminuir la intensidad del dolor inflamatorio. 

 El aceite de oliva extra virgen también ayuda a reducir la inflamación, se requieren 3 ½ cucharadas de aceite de oliva (400 calorías) para lograr el nivel de propiedades antiinflamatorias.

 

Terapias coadyuvantes

Estas terapias complementan el manejo médico convencional con resultados significativos en la disminución de la intensidad del dolor y síntomas asociados. Puedes explorar diferentes técnicas, dentro de estas se encuentran: la medicina tradicional china y acupuntura, el tuina o masaje terapéutico chino, la auriculoterapia, ventosas o la terapia neural.


Actividad Física

La actividad física se encuentra en el primer escalón de manejo del dolor crónico según la organización mundial de la Salud. Se recomienda consultar con un profesional sobre los posibles ejercicios y la intensidad de estos, debido a que la intensidad puede variar según las edades y tipo de dolor.

Las personas que padecen dolor crónico deben tener como objetivo fortalecimiento de los diferentes grupos musculares, por esta razón las actividades más recomendadas son ejercicios en agua, yoga y pilates bajo supervisión de expertos como fisioterapeutas.

Otras actividades que han demostrado tener eficacia no solo para la parte física, también para la parte mental son técnicas milenarias como el Taichi y el Qi Cun, basadas en el control de la respiración; permitiendo eliminar las tensiones y el estrés, siendo un auténtico caudal de paz que aporta salud y vitalidad.

Momentos de esparcimiento

Si padeces de dolor crónico es muy importante que crees espacios para dedicarte tiempo con las actividades que más te agraden realizar, por ejemplo, una caminata en la naturaleza, actividades de manualidades como tejer, bordar o pintar. Realmente puedes elegir la que te genere un espacio de felicidad.